Rosa María Sivianes
Ante todo FELICITAROS en mayúscula por el campamento. Tanto para mi hija como para nosotros es la primera vez que “nos atrevemos” a dar el paso a asistir a un campamento. Nos lo recomendó dos madres de alumnas a las que di clase el curso pasado y efectivamente hemos quedado muy sorprendidos gratamente por todo el campamento en sí: por la excelente gestión y organización, por la página web y aplicación de móvil que nos mantenía al corriente de todo evento y/o incidente fuera la hora que fuese, por la fotos enviadas, por el menú variado, por la facilidad que proporcionáis a los peques de comprar un helado o snack sin necesidad de tener que manejar dinero, por la gran variedad de actividades deportivas y lúdicas que mantienen a los chicos activos, entusiasmados y motivados y, sobre todo, por el gran CARIÑO y cuidado que reciben de sus tantas monitoras (incluidas vosotras). Este cariño y cercanía con los chicos permite que ellos se sientan más tranquilos, seguros y confiados y así puedan disfrutar al 100% de todas las actividades programadas.
Esto no sólo lo hemos podido comprobar con mi hija Ana, quien nos ha sorprendido por su actitud y valentía, pues es la primera vez que se separa de nosotros tanto tiempo y quien nos ha ido contando lo “súper bien” que se lo estaba pasando. También hemos podido corroborar la entrega y simpatía de los monitores el día de la despedida. Apreciamos un buen clima de convivencia con y entre los mismos alumnos. No sólo lloraban por recibir un premio sino porque el campamento terminaba y ello significaba fin a las actividades, fin a las buenas amistades.
No sólo Ana y nosotros salimos del colegio esperando repetir el año que viene si Dios quiere sino que también mi hija menor de 4 años nos dijo que ella también quería ir. ¡Esperemos que así sea!